lunes, 31 de diciembre de 2012

El Traductor

Este año que acaba hoy es el año en que los ciudadanos comunes del país desde donde se escribe ésto han tomado reamente conciencia de que el mundo que conocen se derrumba a su alrededor si nos atenemos a lo que desde el poder político y desde los medios de comunicación se transmite: "hay que hacer sacrificios dolorosos", "la alternativa es el abismo", etc, etc. El miedo hace su labor para asumirlo mientras vemos que, efectivamente, vecinos y familiares pierden su trabajo, cierran cientos de pequeños comercios y empresas en un bucle diabólico en que el desempleo y el temor al mismo provoca una reducción notable del consumo, con el consiguiente efecto sobre las ventas de empresas y comercios, impotentes víctimas, a su vez, de éste círculo. Fruto de ello, el brutal descenso de la recaudación de impuestos llevaron a un déficit público casi insostenible, tomándose medidas basadas en recortes drásticos del gasto público que retroalimenta ese bucle depresivo en términos de pérdida de empleo, inversión e inevitable deterioro de servicios en el sector público. Y lo más grave: la renuncia al futuro. ¿Qué es si no la pérdida de una educación pública de calidad y el retroceso irrecuperable en investigación, desarrollo e innovación?
 
En éste panorama, absolutamente real, llama la atención cómo se mantienen prácticas que definen perfectamente la actitud de algunos políticos. Y no nos referimos solo a que sigan cobrando tres sueldos públicos sin inmutarse o que se jacten de reducir asesores cuando en realidad les cambian el nombre de sus puestos por el de "técnicos". Muchos políticos de base, a nivel local, la cantera donde se aprende a "dar codazos" y a "pisar" a competidores para ser futuros dirigentes, nuestros futuros dirigentes, continúan utilizando recursos públicos para su promoción, denigrando e ignorando informes técnicos de sus funcionarios y a los de otras administraciones públicas a su puro capricho y poniendo en riesgo, a veces, la salud de los ciudadanos. Mantener gente con tan pocos escrúpulos es otra forma de renunciar al futuro.
 
No obstante, aunque el consumo interno ha caído no lo ha hecho tanto en el sector alimentario en términos generales (la gente tiene que comer). En muchos casos, donde se ha notado el descenso del consumo se ha suplido bastante mediante el aumento de las exportaciones, observándose un mayor número de solicitudes para la autorización a exportar a determinados países y a figurar en la "Lista Marco". Auditores de las autoridades sanitarias de otros países (EE.UU, Corea del Sur...) nos han visitado este año con mayor profusión. En el marco de éstas auditorías emerge una figura que siempre nos ha llamado la atención, y más este año, por ser una pieza clave, trascendental, en la marcha de una auditoría en la que muchas veces una empresa se la juega: el traductor. Es enorme su poder y a veces no somos conscientes de ello. Generalmente es un gran profesional con bastante experiencia al que no se le escapan los matices del sector en cuestión (por ejemplo, no es lo mismo food security que food safety). Cobra especial relevancia si traduce a idiomas indescifrables por nadie excepto él mismo (el que más y el que menos capta lo esencial del inglés). Es impresionante ver cómo es a veces capaz de "negociar" una frase antes de traducirla para adaptarla mejor a la cultura del interlocutor. Quedamos en sus manos. Es de suponer que al contrario hará otro tanto pero siempre hemos de confiar en él o en ella. Al fin y al cabo suele ser el mismo que el otro año y a todos nos conviene repetir, es buena señal.
 
Felíz 2013
 

miércoles, 31 de octubre de 2012

Falsas creencias sobre las setas

Estamos en otoño en el hemisferio norte. La mejor época de setas, que con una creciente afición lanza a miles de personas a nuestros bosques y campos a la caza de esas entretenidas joyas gastronómicas. Solo el hecho de pasear y respirar ese aire puro compensa la mayoría de las veces una limitada o pequeña recolecta de setas. 
 
El lado desagradable de todo ello está en las intoxicaciones que año tras año se producen por el consumo de setas tóxicas confundidas por setas comestibles. A este respecto, a continuación exponemos una serie de falsas creencias populares acerca de las setas:
 
Es falso que las setas venenosas ennegrezcan las monedas o las cucharillas de plata. El Cantharellus cibarius (Rebozuelo) las ennegrece y en cambio es comestible. Sin embargo, la Amanita phalloides no las ennegrece y puede ser mortal. 
 
Es falso que las setas venenosas pierdan su toxicidad al hervirlas y desechar el agua de cocción. Si bien este procedimiento podría eliminar en algún caso toxinas hidrosolubles, no tiene ningún efecto ante especies potencialmente mortales como la Amanita phalloides. 
 
Es falso que al pasar las serpientes junto a las setas las transforman en venenosas. 
 
Es falso que las setas que crecen en los tocones de los árboles sean comestibles. Por ejemplo, crecen sobre madera la Galerina marginata, potencialmente mortal, y el  Hypholoma fasciculare que es muy tóxica.  
 
Es falso que las setas mordisqueadas por las babosas o por los gusanos sean comestibles. Su susceptibilidad a las toxinas es muy distinta a la de los humanos. 
 
Es falso que sean tóxicos todos los hongos que azulean al corte. El  Boletus erythropus (mal llamado mataparientes) y el Gyroporus cyanescens son, bien cocinados, excelentes setas comestibles y azulean llamativamente. 
 
Amanita caesarea
Es falso afirmar que las setas con anillo o volva son tóxicas. La Amanita Caesarea, la Amanita rubescens, bien cocinada, y un buen número de Agaricus (como los champiñones) son comestibles. Para muchos, la Amanita caesarea (amanita de los césares) es la reina de las setas gracias al sabor de su carne. 
 
Es falso que las setas con olor y sabor agradables sean todas ellas comestibles. Por ejemplo, el Entoloma lividum presenta un olor harinoso y un sabor muy agradable siendo muy tóxica.  
 
Es falso afirmar que todas las setas que crecen en los prados son comestibles. La Clitocybe rivulosa crece en los prados formando “corros de brujas” y es tóxica (suele confundirse con el comestible Marasmius oreades, conocida como senderuela o senderilla). 
 
Es falso que todas las especies del género Russula que no pican y tienen carne dulzona sean comestibles. La Russula olivacea, dulzona y no picante, ha producido numerosas intoxicaciones por consumirse insuficientemente cocinada. 
 
Es falso que las setas que crecen en zonas soleadas y arenosas sean comestibles y las que crecen en zonas sombrías o fangosas sean tóxicas.

Éstas y otras muchas creencias populares son falsas. La única forma de asegurarse si una seta es tóxica o no es que un experto analice todos sus caracteres morfológicos y llegue a determinar la especie. Una vez seguros de qué especie es, y tras consultar un riguroso catálogo micológico, podremos tener la certeza de si es o no comestible.

Y cuidado con los parientes "expertos"...
 

viernes, 31 de agosto de 2012

Obesidad infantil y crisis

La obesidad y el sobrepeso han cobrado importante protagonismo dentro del la salud pública internacional porque los estudios epidemiológicos de los últimos años ponen en evidencia un incremento alarmante de su prevalencia, hablándose en determinados documentos públicos de Epidemia Global del S. XXI (OMS).

La obesidad infantil es un problema de salud pública cada vez más importante en nuestro país. Además de originar problemas orgánicos y psicológicos en la infancia, es el determinante principal de obesidad en la edad adulta, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias y cardíacas, hipertensión arterial, dislipemia y problemas osteomusculares. También se relaciona con el gran incremento de casos de diabetes tipo II en todas las edades.


Resulta difícil realizar comparaciones entre países o regiones debido a que no siempre se utilizan los mismos criterios para definir la obesidad. Sin embargo, existen abundantes datos que indican el rápido incremento de las tasas de prevalencia en la edad infantil. El incremento interanual en Europa es también cada vez mayor, pues durante los años 70 era del 0,2%, aumentó a 0,6% en los 80 y al 0,8% al principio de los 90, pero en algunos casos, hacia el año 2000 había llegado al 2% de crecimiento interanual. Esta aceleración cada vez más rápida en el último cuarto del s. XX también se aprecia en el seguimiento de la población norteamericana y es más evidente en el grupo de edad entre 6 y 19 años.

Según algunos expertos, el 8,5% de los españoles de entre 2 a 17 años presenta obesidad y el 18,2% tiene sobrepeso, situándonos entre los primeros de nuestro entorno.

Es bien sabido que la obesidad de inicio en la edad infantil tiene tendencia a persistir a lo largo de los años (fenómeno denominado “tracking”) y que la obesidad adulta y toda su co-morbilidad suponen un importante reto para la salud pública, debido a que su abordaje y tratamiento consumen muchos recursos.

La obesidad y el sobrepeso son, por tanto, condiciones clínicas que están muy lejos de constituir un simple problema estético y suponen un problema de salud pública de primera magnitud.

En el año 2005 se puso en marcha la Estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) desde el Ministerio de Sanidad y Consumo, a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), con el objetivo de sensibilizar a la población del problema que la obesidad representa para la salud, y de impulsar todas las iniciativas que contribuyan a lograr que los ciudadanos, y especialmente los niños y los jóvenes, adopten hábitos de vida saludables, principalmente a través de una alimentación saludable y de la práctica regular de actividad física.

Así, dentro de la estrategia NAOS surgieron iniciativas, como el Programa Perseo (Ministerios de Sanidad y Consumo y de Educación y Ciencia) para promover y difundir un programa que favorezca la alimentación saludable y la actividad física en el ámbito escolar.

Algunas Comunidades Autónomas establecieron programas de supervisión de comedores escolares de manera que inspectores de salud pública realizan valoraciones sobre la calidad nutritiva de los menús que se sirven en los comedores escolares, donde la mayoría de los alumnos comen los días de colegio. Se informa de los resultados tanto a las autoridades escolares como a las empresas de catering o establecimientos de restauración encargadas de elaborar los menús. La experiencia ha demostrado una mejoría en la composición de esos menús escolares, fomentándose la adquisición de hábitos saludables en los niños desde edades muy tempranas. ¿No les parece una estrategia acertada?.

Pues bien, a pesar de la constatación de que la obesidad es un problema de salud pública de primera magnitud, los recursos que consumirá en términos de tratamiento de enfermedades relacionadas, etc, van los políticos y se cargan las ayudas a los menús escolares en algunas regiones de España, si es que no lo hacen finalmente en todas. No salió adelante reducir el número de concejales, diputados, etc, es decir, el número de políticos, pero esto sí (además de otras muchas cosas). Ahora se habla de que se van a llevar los niños el “tupper” con comida desde de su casa, incluso les quieren cobrar por dejarlo en el frigorífico o calentar la comida. ¡Qué nivel!, insuperable.

Crisis hoy, obesidad mañana.

viernes, 29 de junio de 2012

A buen entendedor, pocas palabras bastan

Desde que se hizo público, accesible a todo el mundo, el informe de la FVO sobre ocho grandes mataderos de equino y ovino/caprino en España tras la visita de los auditores en mayo de 2011 se nos ha pedido repetidamente que demos nuestra opinión al respecto. Incluso fuera de España este contundente informe tuvo también una gran repercusión. Como consecuencia, durante el último trimestre de 2011 se auditó un gran número de mataderos (sobre todo de ovino) por parte de las autoridades sanitarias de las Comunidades Autónomas provocando el cierre de algunos o la urgente adopción de medidas correctoras en otros.

Para quien no haya leído el informe diremos que en resumidas cuentas se consideraron inadecuadas en la mayoría de ellos las condiciones higiénico-sanitarias y de bienestar animal. Michel Court, experto del Eurogrupo para Animales de la Unión Europea ha comentado al respecto, entre otras cosas, que “es un informe muy preocupante, el bienestar animal no está siendo respetado en muchos mataderos en España y la falta de controles es un gran defecto”.

Parece como si nada hubiera cambiado desde 1984 en que otro demoledor informe de la entonces CEE sobre también ocho mataderos, previo a la adhesión de España, pusiera en la picota a los mataderos españoles en términos a veces muy parecidos.


 
No es cierto y es injusto: nada tienen que ver las condiciones sanitarias de aquellos “Mercatal” o “Mercacual” de la época con las de la mayoría de los actuales grandes mataderos. Cualquier actor de ese sector que tenga una perspectiva de 15, 20 o más años podría afirmarlo. Por eso reconocemos que fue una sorpresa para nosotros cuando hace meses conocimos las conclusiones del informe y en qué términos se expresaba. No obstante, no conocemos de primera mano los mataderos inspeccionados y si se han expresado sus deficiencias de forma tan explícita debe ser porque es así. Hay que reconocer el problema. Por nuestra parte hemos de decir que por los que sí conocemos, se hizo un gran esfuerzo de adaptación tanto por parte de empresarios como por parte de los veterinarios oficiales. Nada tiene que ver el sistema de inspección de aquel 1984 con el actual, con una reestructuración y regionalización del Servicio de por medio. Hemos tenido el honor de conocer a grandes profesionales pioneros en la implantación “procedimientos documentados” en el control oficial. No se merecen ser puestos en cuestión.

Sin embargo, al mismo tiempo han persistido algunos establecimientos, principalmente medianos o pequeños, a los que les sería de inmediata aplicación otra frase de Court: “Es increíble que algunos mataderos puedan operar en tales condiciones, con tantas deficiencias”. Había alguno “maldito” al que todos los recién aprobados en las oposiciones querían evitar a toda costa y donde finalmente iban a parar veterinarios interinos ya informados de antemano de la inutilidad de sus futuros controles ante unos “empresarios” impunes protegidos por el poder político (son puestos de trabajo, alegan los políticos). Sigue abierto. Aún persiste algún matadero municipal en pleno casco urbano, vertiendo a un alcantarillado público que sin depurar va a parar al río. A un conocido, un político le dijo en una toma de posesión (acto por el cual un funcionario de cierto nivel se incorpora a un puesto de trabajo) “no quiero que los problemas lleguen a esta mesa”. A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Es conveniente, además, reconocer la persistencia también de algunos “profesionales”, que con el paso de los años parece como si se hubieran fosilizado, que más que hacer su trabajo se pasean por mataderos y otras industrias, producto de una mezcla de constantes refuerzos negativos (falta de incentivos, falta de respaldo institucional, desautorizaciones repetidas), acomodamiento, intereses privados o falta de formación. Hay "profesionales" que en 20 años no han asistido a cursos formación específica (como bienestar animal) y ejercen sin problemas su función (no llegan los problemas a aquella mesa). Es descorazonador que algunos, con semejante curriculum, acaben siendo nombrados para cargos de responsabilidad ante el estupor de sus compañeros. Ejemplos a seguir según los políticos ignorantes que les nombran (su mérito se limita a ser afiliados o conocidos simpatizantes de un determinado partido político). Estamos seguros que ustedes les están poniendo nombres y apellidos a más de uno. (Amigos del continente americano y del resto de Europa, no se alarmen, no son mayoría)

La aplicación de la Ley 44/2003 de ordenación de las profesiones sanitarias solamente a médicos y otros profesionales de la sanidad  asistencial y no a los profesionales de salud pública (las propias Administraciones públicas incumplen la Ley) no ha permitido el desarrollo profesional que contempla en función no solo de la antigüedad sino también de las actividades de formación, investigación, evaluación del desempeño, etc., lo que da idea de la falta de voluntad política de dar una solución al problema.

En fin, ya lo hemos dicho antes: a buen entendedor, pocas palabras bastan.

jueves, 31 de mayo de 2012

¿Nuevo virus de la rabia?

El Informe Semanal de Vigilancia 28 de mayo de 2012 de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica de España, con sede en el Centro Nacional de Epidemiología (Instituto de Salud Carlos III, ISCIII) comunica la detección de un murciélago positivo frente al virus de la rabia.

Trasladamos casi literalmente la información del Boletín Semanal.

El caso tiene unas características especiales. El murciélago, de la especie Miniopterus schreibersii fue recogido en julio de 2011 en un polígono industrial de Lérida (Cataluña) y llevado a un centro de recuperación de fauna silvestre, donde murió a los pocos días, siendo congelado y enviado, junto con otros cadáveres de murciélagos, al laboratorio de referencia para la rabia del Centro Nacional de Microbiología (ISCIII). 

Según parece el animal no agredió ni hubo exposición accidental de personas.  


Los resultados analíticos dieron como resultado:  

- Detección de antígenos víricos por inmunofluorescencia positiva con algunos reactivos comerciales. 

- RT-PCR genérica de lisavirus positiva.  

- Secuenciación genómica de más de 800 pares de bases (pb) del gen de la nucleoproteína.  

- Aislamiento de virus negativo (actualmente en proceso de revisión). 

La secuencia genómica indica que el virus del género Lyssavirus detectado es diferente a todos los descritos hasta el momento, cuya posición filogenética dentro del género continúa en estudio. Los resultados disponibles indican que no pertenece al filogrupo 1 ni al filogrupo 2, que son los filogrupos descritos de lisavirus hasta la fecha.  

Es la primera vez que se identifica este tipo de virus, también es la primera vez que se identifica en España un lisavirus en un murciélago Miniopterus schreibersii, llamado murciélago de la cueva, distribuido por toda la península ibérica y el resto del sur de Europa.

Estaremos atentos a nuevas informaciones sobre este caso.

Distribución del Miniopterus schreibersii 

miércoles, 2 de mayo de 2012

Cambio climático y enfermedades de origen hídrico y alimentario

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) publicó hace poco más de un mes un estudio sobre el potencial impacto del cambio climático sobre enfermedades de origen hídrico y alimentario.  

Consideramos que es una publicación de interés que debe ser tenida en cuenta. Está disponible en inglés, por lo que a continuación ofrecemos su “Resumen Ejecutivo” traducido al español.


Introducción

El cambio climático ha tenido sin duda impacto en Europa, jugando un papel importante en la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos en los últimos años, tales como sequías, olas de calor e inundaciones. Proyecciones sobre el cambio climático para las próximas décadas indican como probable un nuevo aumento de tales fenómenos meteorológicos extremos. Además, la escasez de agua se presenta como un reto importante para los Estados de la cuenca mediterránea, sobre todo durante los veranos. En cambio, se prevé un aumento de eventos de lluvias fuertes en gran parte del centro y norte de Europa, con un aumento de los niveles generales de precipitaciones en el norte de Europa, sobre todo durante los inviernos. A esto hay que sumar que las predicciones para Europa apuntan a un aumento global de la temperatura.

Estos cambios en el clima europeo no sólo impactarán en el medio ambiente y en los ecosistemas, sino que también lo hará sobre la salud humana y su bienestar. Los patógenos de los alimentos y del agua (Food- and waterborne, FWB, pathogens) son particularmente sensibles a las condiciones climáticas. Así, la planificación en Salud Pública y la programación de actividades necesitan tener en cuenta el potencial impacto que podría tener el cambio climático en la trasmisión de enfermedades FWB. 

En este informe, se presentan los resultados de una revisión exhaustiva de la literatura científica, en la que se relatan los vínculos entre seis patógenos FWB (Campylobacter spp., Cryptosporidium spp., Listeria spp., Norovirus, Salmonella spp. y Vibrio no colérico spp.) y variables meteorológicas y climáticas. El objetivo principal era evaluar y comprender los impactos potenciales del cambio climático en la transmisión de las enfermedades FWB en la UE.

Campylobacter jejuni
Metodología

Esta evaluación se basa en una revisión sistemática de la literatura científica. Para cada patógeno (Campylobacter, Cryptosporidium, Listeria, Norovirus, Salmonella y Vibrio no-cholerae) se buscaron artículos en las bases de datos bibliográficas PubMed y ScienceDirect, mediante términos MeSH relacionados con el cambio climático y / o la variabilidad del clima.

Se revisaron artículos publicados en inglés o alemán entre los años 2000 y 2009. Para cada uno de los artículos identificados, los equipos de revisores extrajeron hechos o factores clave, vinculando así un determinado patógeno con información climática específica. Cada “factor clave” se clasificó según la calidad de sus evidencias y se le confirió un orden espacial para su mapeo. Toda la información fue ingresada en una base de datos que se utilizó para analizar los resultados y establecer relaciones.

Resultados 

La base de datos se desarrolló incluyendo información de 741 artículos (con revisión ​por pares), publicaciones, informes y otras fuentes científicas. A partir de estas fuentes,  1653 “factores clave” relacionados a los patógenos FWB estudiados con un rango de las variables climáticas fueron identificados. La temperatura del agua, la estacionalidad, temperatura del aire, fuertes lluvias, precipitaciones y variaciones en la temperatura fueron las variables asociadas con el cambio climático con mayor frecuencia atribuidos a los patógenos de interés en este estudio. La campilobacteriosis y salmonelosis fueron más frecuentemente citados en asociación con la temperatura del aire, campilobacteriosis y las infecciones por Vibrio en asociación con la temperatura del agua, la criptosporidiosis seguido por la campilobacteriosis se relacionaron con frecuencia más alta con la precipitación y la criptosporidiosis seguido por Vibrio no-cholerae se encontraron ligados con los eventos de precipitación.

La enfermedad más prevalente FWB en Europa es la campilobacteriosis, que presenta una fuerte estacionalidad y ha sido asociada con un mayor número de variables meteorológicas y situaciones meteorológicas específicas, lo que indica que picos de ésta enfermedad pueden variar como resultado del cambio climático en el futuro. La temperatura tiene también una pronunciada influencia en las notificaciones de intoxicaciones de salmonelosis, lo que puede atribuirse a un almacenamiento y manipulación inadecuadas de los alimentos. No obstante, la incidencia de salmonelosis ha disminuido en toda Europa en los últimos diez años, en parte debido a las medidas de salud pública implantadas en ese tiempo. Por lo tanto, políticas adecuadas en promoción de la salud y en higiene alimentaría deberían contrarrestar el posible impacto negativo sobre la salud pública.  

Un gran número de estudios han examinado el papel de las aguas superficiales, el agua del grifo y de fuertes lluvias en la transmisión de Cryptosporidium. La previsión de precipitaciones más irregulares se cree que aumentarán los brotes de criptosporidiosis, aunque la fuerza de la asociación puede variar según la región climática. Listeria spp. no se asoció con umbrales de temperatura, episodios de precipitaciones extremas o límites de temperatura. La asociación entre los factores determinantes del clima y el Norovirus es débil, en parte debido a la relativa falta de la información publicada. Por el contrario, hay evidencia documentada de una fuerte asociación entre temperaturas (del agua) estivales crecientes y veranos más largos con infecciones por Vibrio-no cholerae. Sin embargo, el aumento de la morbilidad se prevé que sea modesta debido a las bajas tasas de incidencia actual, aunque es posible un aumento en el número absoluto de casos de infección. En concreto, el Mar Báltico es un hábitat en el que pequeños cambios en las condiciones ambientales, por ejemplo, temperatura, se traducirá en elevadas poblaciones de Vibrio spp.

Discusión / conclusión

Los escenarios de  cambio climático publicados para Europa sugieren que algunas regiones experimentarán un incremento en el número de eventos extremos de precipitaciones, y que todas las regiones sufrirán aumentos en la temperatura del aire y del agua.  

Todos los patógenos FWB examinados en este estudio fueron citados por la literatura científica como vinculados con alguna variable medioambiental relacionada con el cambio climático. El riesgo de campylobacteriosis está asociado con la temperatura media semanal, aunque es aún mayor esa asociación para la salmonellosis. Las lluvias irregulares y torrenciales se relacionan con brotes de Cryptosporidium spp, mientras que non-cholera Vibrio spp presenta unas mayores tasas de crecimiento en aguas costeras durante los veranos calurosos. En cambio, para Norovirus y Listeria spp la relación con variables climáticas parece relativamente débil.

Una limitación del estudio es el sesgo en las publicaciones referenciadas, ya que no se distribuyen por toda Europa, existiendo un gradiente norte-sur y oeste-este. Esto es debido en parte a la búsqueda selectiva de artículos en inglés y alemán, aunque también a la poca bibliografía específica encontrada. De hecho, la falta de información sobre cambio climático y enfermedades de origen hídrico o alimentario podría suponer un riesgo para la salud pública, especialmente en estos tiempos de recesión que podrían llevarnos a una subfinanciación de programas de vigilancia y control.


El enfoque de este estudio hacia las fuentes de datos electrónicos, y la manera en que evalúa el impacto del cambio climático en las enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua, asegura una evaluación metódica del mismo. El la base de conocimientos sobre el cambio climático resultante ofrece información acerca de la vulnerabilidad al cambio climático, su impacto potencial y la adaptación al mismo, y por lo tanto facilita la gestión de las futuras amenazas de enfermedades infecciosas. A la vista de la probable disminución de recursos para la salud pública, este enfoque puede ser útil para evaluar diferentes estrategias de salud pública para responder al cambio climático.



jueves, 29 de marzo de 2012

El Virus Schmallenberg

En numerosos países europeos se prosiguen las investigaciones epidemiológicas, inmunológicas y microbiológicas sobre el virus de Schmallenberg descubierto, recientemente, en noviembre de 2011 en un ternero en la ciudad alemana de Schmallenberg, situada en Renania del Norte-Westfalia. En España se empieza a conocer de forma más general a raíz de la aparición del primer caso en Hinojosa del Duque, Córdoba. Provoca una enfermedad que afecta al ganado vacuno y ovino principalmente. 

Se trata de un Arbovirus (Arthropod-Borne viruses) perteneciente al género orthobunyavirus, familia bunyaviridae. Los virus de esta familia presentan un genoma que se compone de tres segmentos de ARN de cadena simple. La capacidad de recombinación genética de los bunyaviridae en muy elevada, por lo cual es factible que aparezcan de forma natural nuevas variedades en la naturaleza. 

El virus de Schmallenberg se halla estrechamente relacionado en su secuencia genética con los virus del serogrupo Simbu, en particular, los virus Shamonda, Akabane y Aino. Hasta ahora, la secuencia de datos sugiere una estrecha relación con el virus Shamonda. Esta clasificación deberá confirmarse con más secuencias de datos e investigaciones, por ejemplo, sobre las relaciones serológicas con otros virus del serogrupo Simbu. Si bien deberá seguirse investigando más a fondo la función exacta del virus de Schmallenberg, las primeras pruebas de inoculación, así como los datos de diagnóstico proveniente de corderos y terneros con malformaciones sugieren en gran parte una relación causal entre la presencia del virus y los signos clínicos reportados.


Distribución geográfica:

Además de Alemania, se ha diagnosticado en Holanda, Bélgica, Reino Unido, Francia, Luxemburgo, Italia y España.


Epidemiología:

De acuerdo con las investigaciones epidemiológicas, respaldadas por los conocimientos que se tienen sobre los virus del serogrupo Simbu con los que está genéticamente relacionado, el virus de Schmallenberg afecta a los rumiantes domésticos (Bovinos, ovinos, caprinos y bisontes). No existe información sobre la susceptibilidad de los rumiantes exóticos (camélidos, llamas, etc.) o de otros rumiantes silvestres u otras especies. Sin embargo, otros virus del serogrupo Simbu afectan a los rumiantes silvestres y los anticuerpos contra el virus Akabane se han encontrado en caballos, burros, ciervos, camellos, e incluso en cerdos.

Su distribución temporal y espacial sugiere que la enfermedad se transmite primero por vectores como los insectos y, más tarde, verticalmente, in utero. La contaminación directa de animal a animal o de animal a humanos es muy poco probable, pero se requiere una mayor investigación (se han iniciado los primeros experimentos). Son hipótesis por comparación con otros virus cercanos, por lo que se necesitan más investigaciones para confirmar estas vías de transmisión y para determinar las especies de insectos competentes. pero requieren confirmación. 

Riesgos para la especie humana: Parece, en principio, improbable que se trate de un virus zoonótico. Hasta ahora, no se ha notificado ninguna enfermedad humana relacionada con el virus de Schmallenberg en la zona afectada y los Orthobunyavirus más próximos genéticamente no causan enfermedad en el hombre. No obstante, se recomienda una estrecha colaboración entre los servicios de salud pública y sanidad animal para la detección precoz de posibles casos en humanos, en particular, en ganaderos y veterinarios que se encuentran en contacto cercano con animales potencialmente infectados. Hay que tener en cuenta que otros Orthobunyavirus producen enfermedades zoonóticas, como la encefalitis de La Crosse o la fiebre de Oropuche.

Virus La Crosse

Síntomas y diagnóstico:

No hay datos suficientes para establecer un periodo de incubación de la enfermedad. La infección experimental en 3 terneros mostró signos clínicos leves de infección aguda entre los días 3 a 5 post-inoculación y de viremia entre los 2 a 5 días post-inoculación. Hasta febrero de 2012, no existían datos disponibles para ovejas y cabras. La manifestación de signos clínicos varía según las especies: los bovinos adultos han mostrado formas leves o agudas de enfermedad durante la temporada de actividad de los vectores mientras que las malformaciones congénitas han afectado a más especies de rumiantes (hasta la fecha: bovinos, ovinos, caprinos y bisontes). Algunas granjas lecheras de ganado ovino y bovino han notificado además diarreas y disminución de la producción láctea.

En todo caso, los síntomas no son específicos. Puede haber otras muchas causas de diarrea y de reducción de la producción lechera, y las malformación de terneros, ovejas y cabritos pueden producirse por sustancias tóxicas, factores genéticos, el virus de la lengua azul, pestivirus u otros virus del serogrupo de Simbu (Akabane). Por tanto, es obligado el diagnóstico laboratorial. A los animales vivos con síntomas sospechosos se le debe tomar una muestra de sangre para análisis. A los animales muertos o abortos en los que se sospeche la presencia del virus, se les debe tomar una muestra de cerebro o bazo para su análisis. La prueba que se realiza con la muestra es la RT-PCR para el virus Schmallenber que ha sido desarrollada por el Instituto Friedich.Loeffler de Alemania.


Prevención y control:

No existe, por el momento, un tratamiento específico o vacuna para el virus de Schmallenberg. La profilaxis sanitaria se basa en el control de vectores potenciales durante la temporada de actividad de los vectores puede disminuir la transmisión. Retrasar la reproducción puede disminuir el número de malformaciones genéticas.

La Oficina Internacional de Epizootías (OIE) recomienda, de momento, medidas similares a las de la lengua azul pero asumiendo un periodo de incubación mucho más corto.


Actualizaciones:

La información disponible sobre esta enfermedad puede cambiar rápidamente a la luz de las investigaciones que se está realizando, así como su distribución geográfica. Recomendamos consultar al Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades, al  Instituto Friedich.Loeffler, la Comisión Europea (Presentations) y, especialmente, al Grupo SUAT del Centro de investigación VISAVET de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Hasta el 23 de marzo, la secuencia de la distribución de casos ha sido la siguiente:



(Fuente: SUAT-UCM con datos de WAHID-OIE)


miércoles, 7 de marzo de 2012

Listeriosis y riesgos durante el embarazo

La listeriosis de origen alimentario es una enfermedad bacteriana relativamente poco frecuente, aunque grave, con tasas de mortalidad altas (20-30%), en comparación con otros procesos transmitidos por alimentos, como la salmonelosis, producida por Salmonella spp.
  
Al igual que el resto de la población, las mujeres embarazadas corren el riesgo de infectarse con la  Listeria, ya que puede encontrarse en muchos alimentos. La listeriosis puede causar aborto, parto prematuro, enfermedades graves o la muerte del feto. Si se está embarazada, se debe saber qué alimentos son recomendables para comer.


Síntomas e incidencia

Dado que los síntomas de listeriosis pueden tardar semanas en aparecer, quizás la persona infectada ni se dé cuenta de que tiene la enfermedad.

Los primeros síntomas pueden incluir fiebre, escalofríos, dolor muscular, diarrea y malestar estomacal. Al principio, los síntomas son parecidos a los de la gripe. Luego, puede aparecer rigidez de nuca, dolor de cabeza, convulsiones o pérdida de equilibrio. 

Evidentemente, si se tiene alguno de estos síntomas lo mejor es ir al médico, quien determinará lo mejor para establecer un diagnóstico diferencial. Es decir, poder determinar si es listeriosis u otra enfermedad. 

Los datos relativos a la incidencia de listeriosis humana en la Unión Europea, que era de tres casos por cada millón de habitantes (EFSA, 2007) muestran una tendencia creciente con los años (EFSA, 2007), que, si bien en algún caso, puede asociarse con la mejora en los servicios de vigilancia y notificación, en términos generales parece ser reflejo del incremento en la incidencia real.

Se estima que cada año se enferman 2.500 norteamericanos con listeriosis y uno de cada cinco muere de la enfermedad.
 

Listeria monocytogenes

Protección propia y del bebé frente a la listeriosis: qué no se debe comer o beber

No comer salchichas "hot dog", embutidos o carnes de las charcuterías, salvo que se calienten hasta el punto de emitir vapor.

No comer patés, productos de carne para untar o pescados ahumados que se encuentran refrigerados en la tienda. Puede comer los alimentos enlatados que no necesitan refrigeración; refrigérelos después de abrirlos.

No beber leche cruda (sin pasteurizar), ni coma alimentos que contengan leche sin pasteurizar.

No comer ensaladas hechas en la tienda, como de jamón, pollo, huevo, atún o mariscos.

No comer quesos blandos como feta, queso blanco, queso fresco, Brie, Camembert, quesos con vetas azules y Panela, salvo que indique en la etiqueta que está hecho con leche pasteurizada. Asegúrese que la etiqueta indica que está fabricado con LECHE PASTEURIZADA.

Consejos para combatir las bacterias

Limpiar: Lávese las manos y lave los utensilios de cocina y superficies con agua caliente y jabón. Limpie y seque derrames inmediatamente.

Separar: Mantenga carnes, pescados y aves crudos separados de los alimentos que no necesitan cocinarse.

Cocinar: Verifique la temperatura con un termómetro para alimentos: carne de vacuno, cerdo y carne picada 71 °C (160º F); Aves 74ºC (165 °F).

Enfriar: Refrigere o congele los productos perecederos dentro de un plazo de dos horas o una hora si la temperatura ambiental es mayor de 32ºC (90 °F).

Mantener los alimentos de forma correcta:

  • La Listeria puede crecer dentro del frogorífico. El refrigerador debe estar a 4 ºC (40 °F)  o menos, y el congelador de -18 ºC (0 °F) o menos. Use un termómetro para frogorífico para poder verificar la temperatura.
  • Limpie inmediatamente cualquier derrame que se haya podido producirdentro del frigorífico.
  • Limpie las paredes internas y repisas de su refrigerador con agua caliente y jabón líquido.
  • Use los alimentos precocidos o listos para comer tan pronto pueda. No los almacene en el frogorífico por mucho tiempo.
Lávese las manos después de tocar salchichas "hot dog"o carne, aves, pescados o mariscos crudos.

martes, 31 de enero de 2012

Exportar alimentos a EE.UU: Requisitos sanitarios

Ya hemos comentado en posts anteriores que debido a la situación actual de aguda crisis económica, muchas industrias alimentarias han compensado en parte la caída de ventas en España mediante el incremento de las exportaciones. Los Estados Unidos de América siempre se ha considerado un mercado de gran potencial para los productos españoles. De hecho, las ventas de determinados productos como aceite de oliva, vino o quesos han crecido de forma notable a lo largo de los últimos años. Pese a la mejora desde hace varios lustros de las condiciones de la sanidad animal, dando oportunidad a la homologación sanitaria de industrias, las exportaciones de productos cárnicos no han cumplido quizás las expectativas de crecimiento que se esperaban.

En 2010 se exportaron a los EE.UU de América productos alimenticios y bebidas (excepto zumos) por valor de 771 millones de euros, ocupando el sexto lugar por países después de Francia, Italia, Portugal, Alemania y Reino Unido.

Es necesario seguir incentivando  e insistir en el mercado norteamericano. Nos consta que se está trabajando mucho en ese sentido ya que su potencial sigue siendo enorme y la calidad de la producción española acabará por conseguir lo que se merece.

A continuación se expone lo que podríamos definir como una guía en relación a los requisitos sanitarios que se exigen para exportar productos alimenticios a los EE.UU de América, explicándose primero cuáles son los Organismos y Agencias competentes según los sectores alimentarios de que se trate.

1. Reparto de competencias

- La Food and Drug Administration (FDA), agencia dependiente del HHS (United Statesof Human and Health Services Department, Ministerio de Sanidad y Consumo estadounidense) inspecciona los siguientes alimentos:

  • Los productos alimentarios sólidos o líquidos que no contengan alcohol o más de un 2% de contenido en componentes cárnicos.
  • Los alimentos para animales.
  • Las aguas embotelladas.

Esta agencia está dividida en diferentes departamentos, responsables cada uno de ellos de un área específica. Entre ellos está el Centro para la Higiene Alimentaria y Nutrición Aplicada (Center for Food Safety and Applied Nutrition, CFSAN). Este departamento ha elaborado un documento en español que describe las principales competencias de la FDA en alimentos y productos cosméticos. La FDA dispone igualmente de una guía dirigida a fabricantes nacionales e importadores que provee información sobre los diferentes formularios disponibles de la FDA, las ayudas para las pequeñas y medianas empresas y otros procedimientos administrativos.

- El Food Safety Inspection Service (FSIS), agencia dependiente del USDA (United States Department of Agriculture, Ministerio de Agricultura estadounidense) controla todos los productos que contengan más de un 2% de contenido cárnico cocinado o más de un 3% de contenido cárnico en crudo (vea más detalles en esta página), tales como:

  • la carne de ovino, caprino, vacuno, porcino y equino.
  • la carne de aves (pollos, pavos, patos, ocas y gallinas pintadas).
  • los huevos y productos derivados.
  • la Food and Drug Administration (FDA) tiene jurisdicción sobre la carne de pescado, búfalo, conejo, venado, caza, y, en general, sobre las carnes no incluidas bajo la jurisdicción del FSIS.

- El Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS, Servicio de Sanidad Sanitaria y Fitosanitaria dependiente del USDA) se encarga de velar por la sanidad vegetal y animal de los productos alimentarios importados.

2. Requisitos exigidos por la FDA

La autoridad legal bajo la cual la FDA tiene la potestad de inspeccionar y regular los alimentos importados emana de la sección 801 de la Federal Food, Drug and Cosmetic Act (FFDCA). Las responsabilidades de la FDA en esta materia se detallan en la subparte E del capítulo 21 del Código de Regulaciones Federales (21CFR1.97 Subpart E). El principio seguido por la FDA a la hora de autorizar la importación de alimentos es que éstos deben ser sustancialmente idénticos a los producidos en Estados Unidos, en lo que se refiere a sus garantías sanitarias.

A continuación se resumen los procedimientos seguidos por la FDA en la importación de productos alimentarios (se recomienda consultar también este esquema en español):

Llegada del producto alimentario a las aduanas estadounidenses:

La FDA colabora con el Servicio Aduanero estadounidense (US  Customs Service) en la tramitación de las importaciones de productos alimenticios (19CFR142).

De esta forma, el importador está obligado a declarar al Servicio Aduanero la entrada de productos alimenticios mediante un aviso de entrada ("entry notice") así como a depositar una garantía ("entry bond", 21CFR1.97). Esta garantía es obligatoria para todos aquellos productos que superen los 2.000 dólares, e igualmente exigible para los productos cuyo valor no supera los 2.000 dólares pero que pueden ser contrarios a las exigencias de la reglamentación estadounidense.

Esta declaración puede realizarse en papel escrito o electrónicamente utilizando el sistema de información electrónica del Servicio Aduanero (Automated Commercial System) que permite seguir, controlar y examinar cualquier producto importado en Estados Unidos.

Por su parte, la FDA dispone de su propio sistema de información electrónico (Operational and Administrative System for Import Support, OASIS) que le permite conocer las importaciones de productos alimenticios a Estados Unidos en lo que se refiere al tipo de producto, país de origen y fecha de llegada.

La FDA no exige un certificado sanitario para la importación de productos alimenticios, aunque los importadores deben disponer de los documentos necesarios que demuestren la salubridad de los productos a importar, así como efectuar las gestiones previas para la importación de ciertos productos (por ejemplo, conservas acidificadas).

Inspección del producto alimenticio importado:

La FDA tiene poder discrecional para efectuar inspecciones sanitarias de los productos importados (21CFR2.10 y 21CFR2.19).

En caso de que la FDA renuncie a efectuar dicha inspección, en base al historial de inspecciones de la compañía implicada o de la naturaleza del producto, se expide un documento que libera la mercancía para su comercialización en Estados Unidos ("May Proceed Notice"). Este es el caso más corriente, ya que sólo un 2% de los productos alimenticios importados en Estados Unidos son inspeccionados por la FDA.

La FDA puede igualmente detener la importación de los productos que juzgue oportuno sin realizar un análisis previo (es lo que se denomina "Detention Without Physical Examination").

Si la FDA decide inspeccionar un producto alimenticio que se pretende importar, expide lo que se denomina una notificación de muestreo y análisis ("Notice of sampling"). En función de los resultados del análisis, la FDA puede:

  • Liberar el producto para su comercialización en Estados Unidos, si los resultados del análisis y del examen de la documentación aportada por el importador demuestran que el producto a importar se ajusta a la reglamentación estadounidense. La FDA envía en este caso un aviso al Servicio Aduanero y al importador para liberar la mercancía ("Notice of Release") aunque los servicios aduaneros pueden retener el producto por otras razones.
  • Detener el producto si los análisis realizados del mismo o la documentación aportada por el importador concluyen que dicho producto no se ajusta a la legislación estadounidense aplicable. En este caso la FDA envía al Servicio Aduanero y al importador un aviso de detención ("Notice of Detention").

En función del motivo de rechazo de la mercancía, la FDA puede marcar el producto en cuestión de la compañía exportadora para la realización automática de controles reforzados en su importación en Estados Unidos (es lo que anteriormente se ha citado como "Detention Without Physical Examination").

Los motivos para los controles automáticos son, principalmente:

  • Que el producto en cuestión no cumpla con la legislación estadounidense, especialmente la FFDCA.
  • Que presente riesgos ciertos para la salud humana tales como presencia en el mismo de Listeria, Salmonella u otros organismos patógenos; presencia de metales pesados o presencia de aditivos y colorantes a los cuales ciertas personas puedan ser especialmente sensibles. El análisis de una sola muestra basta para determinar estos riesgos.
  • Que la FDA disponga de información suficiente para determinar que el producto a importar presenta riesgos para la salud humana. Estas informaciones pueden basarse en inspecciones de la FDA en países extranjeros o en las condiciones de los países exportadores.
  • Que el producto a importar haya sido fabricado inadecuadamente o sin respetar las Buenas Prácticas de Fabricación publicadas por la FDA. Véase el manual titulado "Good Manufacturing Practices" o la versión española del mismo, ambos publicados por la FDA.

La FDA ha publicado una guía indicativa para ayudar a los pequeños establecimientos a comprobar que cumplen las condiciones generales sanitarias necesarias para comercializar sus productos en Estados Unidos, y que ha sido complementada por otras guías que detallan el nivel máximo de defectos admisible en los productos alimenticios así como las condiciones de transporte que garantizan la higiene y salubridad de los alimentos.

3. Requisitos exigidos por el FSIS

El USDA a través del FSIS, controla la importación de productos cárnicos en Estados Unidos asegurando su salubridad e inocuidad para la salud humana. El FSIS cumple este mandato siguiendo los procedimientos detallados en 9CFR327 (para carne de équidos, vacuno, ovino y caprino) y en 9CFR 381 (para carne de aves).

Las compañías que pretendan exportar productos cárnicos a Estados Unidos deben primeramente asegurarse de que el sistema de control higiénico de productos cárnicos del país en el que se fabriquen tales productos ha sido debidamente homologado por el FSIS (ver 9CFR327.2 para carne de équidos, vacuno, ovino y caprino y 9CFR381.196 para carne de aves).

Para que un país sea homologado por el FSIS es necesario que:

  • El FSIS realice un análisis de la legislación en vigor del país aspirante en especial en lo relativo a contaminación, diseminación de enfermedades, normas de procesado, residuos y normativa sobre fraude económico.
  • El FSIS realice además una inspección in situ del país aspirante que compruebe la implementación de la legislación del país mencionada en el párrafo anterior así como las instalaciones y medios de los que dispone este país (personal del servicio de higiene de los alimentos, laboratorios, etc.).

Entre los requisitos que exige el FSIS para homologar un país o planta figura especialmente el cumplimiento de la normativa estadounidense en materia de "Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control" (HACCP, en sus siglas inglesas).

El FSIS tiene la facultad de revisar periódicamente esta homologación para asegurar que el país homologado sigue cumpliendo con la legislación estadounidense al respecto. La homologación se realiza separadamente para carne de aves y el resto de carnes.

Los establecimientos de los países homologados deben ser previamente autorizados conjuntamente por el FSIS y por la autoridad competente del país homologado en cuestión. Esta competencia es asumida en España por el Ministerio de Sanidad y Consumo (MSC), a través de la Subdirección General de Sanidad Exterior, y por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM), por medio de la Subdirección General de Sanidad Animal.

Los importadores de productos cárnicos provenientes de países homologados y plantas autorizadas deben presentar en aduanas dos documentos:

  • Un certificado original de sanidad del país exportador que asegure que el producto en cuestión ha sido inspeccionado y aprobado para la exportación por el servicio oficial competente (ver 9CFR327.4 y 9CFR381.197).
  • Una petición de inspección por parte del FSIS (Import Inspection Application and Report) (ver 9CFR327.10 y 9CFR381.199).

Una vez que el producto en cuestión ha recibido la aprobación por parte del Servicio Aduanero así como por los Servicios de Sanidad Animal, el sistema de información electrónica de aduanas, Automated Import Information System, toma una decisión sobre la reinspección de dicho producto en base a la información suministrada sobre la compañía y país exportador así como el tipo de reinspección a realizar. Esta reinspección puede incluir:

  • Los pesos netos de los paquetes.
  • La condición del contenedor.
  • Los defectos de los productos.
  • La incubación de los productos enlatados.
  • El examen de las etiquetas.
  • Análisis de laboratorios para determinar los aditivos presentes, composición del producto, contaminación microbiológica y residuos.

Especial importancia tiene el control de patógenos en los análisis arriba citados, así como de los residuos de medicamentos veterinarios. El cumplimiento de la normativa HACCP arriba descrita tiene como objetivo garantizar la ausencia de distintos patógenos, tales como Escherichia coli, Listeria o Salmonella. Se destaca igualmente que la irradiación de productos cárnicos está permitida por el FSIS con objeto de minimizar la presencia de patógenos.


El FSIS no suele retener el producto importado hasta la conclusión del examen y análisis arriba citados a menos que el historial de violaciones de la compañía y país exportador aconsejen lo contrario.

Las mercancías que superan esta reinspección reciben un sello ("U.S. Inspected and Passed") que les permite ser comercializadas en Estados Unidos (ver 9CFR327.14 y 9CFR381.204). Las que no superan esta reinspección reciben un sello ("U.S. Refused Entry") que obliga al importador, en un plazo de 45 días, a destruir, reexportar o, previa autorización del FDA, convertir en pienso animal la mercancía rechazada.

4. Requisitos relativos a la sanidad animal

El Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS, Servicio de Sanidad Animal y Vegetal del USDA) es la agencia encargada de inspeccionar los productos cárnicos y animales vivos importados en Estados Unidos con objeto de impedir la introducción de enfermedades animales.

La importación de productos cárnicos y animales vivos está sujeta a diversas restricciones en razón de la existencia o no de diversas enfermedades en los países exportadores. APHIS revisa periódicamente el status sanitario de los diversos países exportadores con objeto de tener en cuenta los brotes o erradicaciones de diversas enfermedades animales que hayan podido producirse.

Inspectores del APHIS destacados en Aduanas aseguran que los productos cárnicos importados en los Estados Unidos cumplen con la legislación/normativa veterinaria vigente. Aquellos productos cárnicos que no cumplan con la misma serán tratados de acuerdo a lo establecido en 9CFR 94.7, “ Disposal of animals, meats, and other articles ineligible for importation”. A partir del 1 de julio de 2001, a los envíos de productos cárnicos que lleguen a las aduanas estadounidenses sin la documentación requerida en 9CFR 94 se les denegará entrada. Personal de APHIS sellará y numerará el contenedor o caja e informará al importador de las siguientes alternativas:
  1. Si el envío llega por vía marítima, el producto deberá ser reexportado según lo previsto en 9CFR 94.7(a), que establece que cualquier envío de productos cárnicos por vía marítima a los Estados Unidos, y cuya entrada sea denegada, debe ser reexportado en un plazo de 48 horas, o destruido de un modo aceptable para los Servicios Veterinarios (APHIS). 
  2. Si el envío llega a la aduana por ferrocarril o vía aérea, el producto debe ser reexportado según lo previsto en 9CFR 94.7(b), que establece que cualquier envío de productos cárnicos por vía aérea o ferrocarril a los Estados Unidos, y cuya entrada sea denegada debe ser reexportado en un plazo de 24 horas, o destruido de un modo aceptable para los Servicios Veterinarios (APHIS). 
  3. Si el envío llega por un medio distinto de vía marítima, aérea o ferrocarril, el producto debe ser reexportado según lo previsto en 9CFR 94.7(c), que establece que cualquier envío de productos cárnicos por medio distinto de vía marítima, vía aérea o ferrocarril a los Estados Unidos, y cuya entrada sea denegada debe ser reexportado en un plazo de 8 horas, o destruido de un modo aceptable para los Servicios Veterinarios (APHIS). 
Los envíos de carne cuya entrada sea rechazada, prohibida o no admisible en los Estados Unidos por cualquier razón serán tratados de acuerdo a las disposiciones del 9CFR 94.7 arriba expuestas.

5. Requisitos relativos a la sanidad vegetal

El APHIS, por medio de su unidad denominada Plant Protection Quarantine (PPQ), es responsable igualmente de asegurar la no introducción de plagas o enfermedades vegetales a través de la importación de productos agrícolas.

Especial importancia cobra en este aspecto la importación de frutas y hortalizas dado que este tipo de producto es muy propenso a la propagación de plagas y enfermedades vegetales.

6. Requisitos relativos a residuos de pesticidas y medicamentos veterinarios

Las tolerancias máximas para los residuos de pesticidas en alimentos, aplicables a los productos importados, son fijadas por la unidad responsable (Office of Pesticides) de la Environmental Protection Agency (EPA, Agencia Medioambiental Estadounidense). La base legal con la que actúa la EPA son la Federal Insecticide, Fungicide and Rodenticide Act (FIFRA) y la Food Quality Protection Act (FQPA).

Las tolerancias para cada uno de los pesticidas y tipos de alimentos se encuentran en la 40CFR180, que se publicó en julio del 2005. Las nuevas tolerancias o los cambios producidos en ellas después de esa fecha, también se pueden buscar en la página del EPA.

Actualmente el EPA está revisando las tolerancias de los pesticidas registrados anteriormente a 1984, para asegurarse de que cumplen los actuales estándares de la FIFRA. A este proceso se le llama re-registro. Además se están re-evaluando las tolerancias de los límites de residuos de pesticidas en alimentos para asegurarse que cumplen con la FQPA.

Por otra parte las tolerancias de residuos de medicamentos veterinarios son determinadas por la FDA a través de las tolerancias del Center for Veterinary Medicine (CVM), aunque el control de las mismos es realizado por el FSIS. La lista de medicamentos veterinarios aprobados por la FDA puede encontrarse en la base de datos FDA Approved Animal Drug Products que se basa a su vez en las disposiciones pertinentes del Code of Federal Regulations, en especial las relativas a tolerancias de residuos.
Se subraya que las tolerancias para pesticidas y medicamentos veterinarios en alimentos establecidas por las autoridades estadounidenses pueden ser diferentes a las vigentes en España y la Unión Europea. La FDA es la agencia encargada de velar por el cumplimiento de los residuos en alimentos procedentes tanto de pesticidas como de medicamentos veterinarios.